viernes, 23 de abril de 2010

Le llamaremos conciencia?


Acercándose a las 3 de la madrugada y yo aún sin poder dormir. Pensando mil cosas por segundo, las neuronas a medio oxigenar, los ojos pesan, pero mis sistemas sienten la necesidad de expresar. Momento de cuestionamiento intenso, en dónde analizas las cosas que hiciste, si tomaste las mejores decisiones o si fuiste consecuente contigo misma. No hace falta especificar mis hechos, no necesito más testigos que mi conciencia y Dios. A veces me gustaría adelantar el tiempo, para saber si mis actos fueron acertados, pero como no se puede, tan sólo basta con esperar con que en un próximo futuro,no repercutan negativamente. Mi objetivo en la vida es ser feliz y disfrutar la etapa en la que estoy. No quiero que nada entorpezca mis propósitos. Mis incentivos están claros, aunque no en todos los ámbitos. Iluminación a mi alma, una dosis de vitalidad y sabiduría. Momentos en los que deseas escapar y no pensar.

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